viernes, 5 de febrero de 2010 | | 0 comentarios

Así tituló la prensa el título 17





jueves, 4 de febrero de 2010 | | 0 comentarios

EL 7MO DE LA FINAL: El sueño se hizo realidad



Casi 1 semana me tomó escribir esta crónica. Es larga, quizás densa, pero completa. No quería perder ningún detalle porque sin duda este será un juego que pasará a la historia y dificilmente podremos olvidar quienes lo vimos.

Tenían ue nunca, entre un par de gigantescos signos de interrogacieos, en fin, casi cuatro meses de bla pndacidad el corazón acelerado. El reloj marcaba las 7:00 PM. del 29 de enero de 2010 y en Deportes Unión Radio empezaba la antesala del juego. Fue justo allí, en ese momento, al empezar a escuchar los comentarios de Humberto Acosta, Iván Medina y Francisco Blavia, cuando tomé verdadera conciencia de lo que se venía. El séptimo de la final. El decisivo. En el que se perdían los matices de grises y el mundo pasaba a ser blanco o negro. Victoria o derrota. Gloria o infierno. Título o nada. Casi cuatro meses de buenos y malos juegos, de sensacionales jugadas y de errores garrafales, de momentos emocionantes y otros no tanto, de chalequear y ser chalequado, en fin, casi cuatro meses de béisbol se verían reducidos a tres, dos y media, cuatro o sabría Dios cuántas horas de juego. El futuro inmediato se escribía, allí más que nunca, entre un par de gigantescos signos de interrogación.

Horas antes, haciendo gala de aquello que en España llamarían “horterismo”, en Perú “huachafería” y acá en Venezuela “pantallerismo”, Pablo Sandoval, Poh, Panda, Big Pablo, Pandoval o cómo gusten había aterrizado en mitad del José Bernardo Pérez en un helicóptero del CICPC, organismo que, de paso sea dicho, subsidiamos todos los venezolanos con nuestros impuestos y cuya labor, creo entender, no es darle colitas a peloteros con complejos de “showmen”, sino investigar crímenes y mantener a raya al hampa. La llegada del robusto pelotero generó un sinfín de comentarios, les dio ánimo a los magallaneros (“con Pablito estamos hechos”, decían) y, quiérase que no, nos aumentó la tensión a los caraquistas. Tenía dos semanas sin jugar, sí; venía de un viaje cansón, sí; pero de todos modos era el mismo Sandoval que la había roto en la liga. La parafernalia alrededor de él continuó con su presentación-aclamación en el estadio y medio en broma y medio en serio Francisco Blavia dijo que no le extrañaría verlo cantar el himno.

No fue así, el “Gloria al Bravo Pueblo” lo entonó Mayré Martínez y se acabó lo que se daba. Señoras y señores, con nosotros el séptimo de la final Caracas-Magallanes. Hube de respirar profundo, coger un poco de aire, cruzar los dedos, ver al cielo y sentarme. Puedo jurar que nunca antes había estado tan tenso en un juego…y de repente Gregor. “El Gran Blanco” -Mary Montes dixit- la botó del parque en su primer turno al bate. Increíble. Épico. Esperanzador. El primer batazo de la final fue un jonrón del Caracas. El León en La Castellana, que rayaba ya en el hacinamiento, se vino arriba en aplausos, cantos y gritos; mientras todos los nervios y tensiones que consumían el alma de quien esto escribe se fueron abajo. Ni en el más optimista de mis sueños me había imaginado ese juego 1-0 sin out en el primer ining. Pero estaba pasando. Lo estaba viviendo. Y me lo estaba gozando.

Maza y Kroeger fallaron con fly al cuadro y rolling, respectivamente. Bases limpias, 2 outs y el final del ining que se parecía acercar. Pero nada que ver. Con par de sencillos, uno al center y otro al right, Carlos “El Tanque” Maldonado y José Celestino le sirvieron la mesa a Sansón Padrón. El toletero melenudo dio un batazo cortito que picó delante del primera base magallanero y se desvió para la cueva de ellos, transformándose así en un mortal doble con el que anotó El Tanque y quedaron 2 hombres en posición anotadora. “El toque de suerte que ahora está del lado de los Leones”, dijo Fernando Arreaza. La excusa perfecta para pararnos a celebrar y gritar con emoción, dijimos los presentes en El León.

Jesús “El Chucho” Guzmán sacó un rolling por segunda que enmantequilló a Andrés Eloy Blanco de manera tal que a Raúl Padrón, el segundo más lento después de Maldonado, lo mandaron para la goma, adonde llegó safe debido a que el tiro de Reggie Corona fue de piconazo y el cátcher Chirinos no pudo retener la bola. De esa manera el béisbol, siempre inclemente a la hora de hacerse respetar, castigó con saña el atrevimiento de poner a jugar en el séptimo de la final a un campocorto que tenía un mes sin ver acción, y le dio la oportunidad a Jesús Guzmán, el pitado, vituperado e insultado Chucho, de callarle la boca a los bocones de gradas y tribunas.

René Reyes cerró el ining con un rolling por segunda, pero poco importó: cuatro carreras habían entrado. Cuatro. Quién lo diría. Primer ining de la final y ya había una ventaja tranquilizadora de cuatro carreras. ¿Qué clase de buen sueño era ese, ah?

El gringo Standrige se paró en la lomita con la importante responsabilidad de contener a la ofensiva turca y mantener la ventaja. Comenzó con buen pie cuando logró que el siempre peligroso e incómodo Bonifacio fallara con un fly al center. Out importante este tratándose de quien se trataba y tomando en cuenta lo que vendría después. Reggie Corona recibió boleto y la estrellita de Hollywood, en su primer turno, ligó un doble. Pero la suerte, que definitivamente le sonrió al Caracas esa noche, permitió que Corona fuera hecho out en tercera y que luego Ryan, el soldado, fallara con un rolling por segunda. Así salió el primer cero.

En el segundo ining la cosa se le complicó a nuestro gringo. Con par de hits, la primera y segunda se le llenaron sin outs. Al bate estaba Robinson Chirinos y la situación parecía comenzar a agravarse. Pero Petitt, el gran Gregorio Petitt, logró, con un rodado de Chirinos, sacar un dobleplay de antología. Se tiró, agarró la bola y en cuestión casi de micro-segundos se levantó, lanzó a segunda y luego Celestino a primera. Estupefacción total. Nadie sabe y nadie supo cómo lo hizo tan rápido. Pero lo cierto es que esa jugada sirvió para terminar de perdonarlo por los batazos que no dio en la campaña. Todas las culpas que hubiese podido tener las expió allí, porque esa fue LA JUGADA de la noche.

Con hombre en tercera y los 2 outs-Petitt en la pizarra, Yurendell De Caster empujó la primera del Magallanes con un sencillo. Luego Andrés Eloy dio un inatrapable y las dos primeras se llenaron. Había 2 outs, esa era la esperanza. Pero el incómodo Bonifacio, bestia negra del Caracas en la final, lo volvió a hacer: un fly, error de René Reyes y entró otra para el Magallanes. Par de hombres en posición anotadora y ayayay. En ese momento revivió en mí el temor al “extraño caso del tercer out que se le pierde al Caracas contra el Magallanes”, pero tirándole se ponchó Reggie Corona para alegría de los caraquistas y final del inning.

Un sabor agridulce había a esa hora. La gran ventaja de cuatro se había reducido a la mitad, Standridge no parecía estar tan dominante como en su otra apertura y juego era lo que quedaba por delante. Seguro no había nada. Pero cero a cero se fueron disipando y yendo todas y cada una de las dudas.

Standridge enderezó el brazo y lanzó hasta el 7mo ining sin permitir más carreras. Cada rolling, cada fly, cada ponche y cada out fueron sentidos por quien esto escribe y celebrados, unos más que otros, por la multitud de El León. Lo único inquietante era aumentar la ventaja, ya que demostrado está que difícilmente 2 carreras lo sean en beisbol y quizás por eso todavía quedaba alguito de nervios.

Julio Mañon se paró en la lomita en el séptimo y lo sacó por la vía del 1-2-3. Después de eso, casi con propiedad, puedo decir que me comencé a sentir campeón. En el octavo saldría Orber y en el noveno Juan Carlos Gutierrez. Con ellos las cosas no podían salir mal. Ambos se habían convertido en el candado que le trancaban el paso a las ofensivas contrarias en los últimos innings y, pensaba yo, en la final no podía ser diferente.

El octavo lo abrió Carlos “El Tanque” Maldonado con un cañonazo de hit que le permitió llegar a primera. Luego, el mejor amigo del Caracas durante todo el round-robin, Mr Wild Pitch, haría acto de presencia y con una tímida aparición de despedida ayudaría a que El Tanque llegara hasta la segunda. Una vez allí, y después de un ponche de José Celestino, el gran Jackson Melian ligaría un doble tan pero tan contundente que Maldonado anotó y puso el juego 5-2. Seguirían un infield hit del Chucho y el robo de la 2da, para que con 1 out alguno de los siguientes bateadores remolcara por lo menos a uno de sus compañeros, sin embargo Duarte y Petitt fallaron. A pesar de, ya lo que había era alegría. Ese título era casi nuestro. Lo sentíamos. Lo saboreábamos. Lo vivíamos. Seis outs apenas y la gloria sería nuestra nuevamente.

Como era de esperarse, San Orber sacó el octavo, a punta de flys esta vez: En su último turno de la final, Sandoval, la estrellita estrellada, falló con uno al cátcher –el más cantado y gozado de todos-; “El soldado” Ryan con uno al center y Andrus con uno al short. En el interín, entre Ryan y Andrus, Escobar recibió como premio de consolación un boleto en primera hasta la primera. Pero nada que ver y hacer: el Caracas estaba a 3 outs de ganar. Amazing. Incredible. La primera victoria en una final contra el Magallanes a ley de 3 outs.

Pero para más alegría y gozo, a los caraquistas el noveno nos tendría preparado un gratísimo regalo que empezó con par de sencillos de Gregor y Maza; continuó con un extraño toque de sacrificio de “La Pesadilla” Kroeger -que por porquito fue fly pero funcionó para ponerlos a ambos en posiciones anotadoras-; tuvo una pausa para cambiar al pitcher Wilkins Arias por Yoel Hernández; y terminó con un tanquetazo barrebases de Maldonado que trajo dos más para la goma. Y ahí sí, con el juego 7-2, una diferencia de 5 carreras, 3 outs y Juan Carlos Gutiérrez en el horizonte ya no había pa´donde agarrar: el título tenía nombre.

Más que expectativa lo que había para ese entonces era impaciencia, y ésta se acrecentó con un corte eléctrico que por lo bajito podría calificarse como sospechoso, ya que al igual que en el día anterior la luz se fue justo cuando iba a iniciarse la parte baja del 9no. Vergonzoso desde donde se le quisiera ver que el estadio –por intención o ineficiencia- se quedara sin luz en una final. Metáfora y signo inequívoco de la decadencia de los tiempos actuales. Así que la larga espera se prolongó más de lo debido, pero con o sin luz, con o sin saboteo, la realidad era una sola: el Caracas sería el campeón.

Cuando por fin los reflectores volvieron a iluminar el estadio, que no al Magallanes, todos nos pusimos de pie para esperar, cantar y festejar los últimos 3 outs que nos separaban del título. Una historia inédita estaba a punto de escribirse en ese momento. Un evento único, algo nunca antes visto, un hecho que marcaría un antes y un después. El fin del largo e incómodo yugo magallanero en la instancia decisiva se estaba acercando. La tiranía finalista estaba a punto de caer. Al chalequeo irrebatible de que en las finales no veíamos luz contra ellos le quedaban 3 outs de vida.

Chirinos, De Caster y Blanco eran los que Dios mediante tendrían que cerrar la puerta y apagar la luz magallanera. Juan Carlos Gutierrez, "Bola 8" para Beto Perdomo, se montó en la lomita. Era el mismo Juan Carlos que en un gesto heroico y plausible pidió la bola para el séptimo juego de la final pasada, de la que no salió bien librado. El beisbol le daba la oportunidad de reivindicarse y resarcirse, un año después, en la misma instancia, solo que como cerrador.

Con 2 strikes en la cuenta, Chirinos abanicó una curva y trajo así el primer out. Apoteosis total. Luego De Caster, en cuenta de 0-2, sacó un rollingcito al short, que tomó Petitt y se lo lanzó al Chucho para el segundo out del ining. Éxtasis. Ya no había duda, ese título iba a ser nuestro. El reloj del tiempo beisbolero era claro: sólo quedaba un out de juego y sólo una debacle monumental o un descalabro apocalíptico podría impedir el sabido final. En el plato se paró Andrés Eloy Blanco. El primer lanzamiento, bola; el segundo, strike. La celebración había comenzado en el dogout. Los jugadores del Caracas estaban todos de pie, saltando, esperando. Al tercer lanzamiento, Blanco sacó un rolling por segunda, fácilmente lo tomó López, se lo lanzó al Chucho y señores: El sueño se hizo realidad, Caracas campeón.

Se desató la gran locura. Mientras en el terreno de juego los jugadores corrieron al medio del campo, saltaron, se abrazaron, hicieron un circulo y festejaron; en El Leon la gente comenzó a vaciar las botellas de cerveza y lanzar el dorado líquido al aire. Risas, gritos, saltos, música. Fue un momento único en el que los problemas, las tristezas, los sinsabores de la vida, del día a día, dejaron de existir. Por un rato todo fue perfecto. En esos segundos, el mundo se redujo a Leones del Caracas, Leones del Caracas y Leones del Caracas. Nada importaba más. Nada traía más felicidad. Fue el momentazo.

Porque nos sacamos la espinita magallanera, porque remontamos un 0-2, porque ganamos un juego de manera heroica, porque teníamos la historia y las estadísticas en contra, porque nos dieron por muertos, en fin, por todo lo que representó, esta final terminó siendo un sueño en vida. ¡Qué honor y qué privilegio haberla vivido, sufrido y gozado! Inolvidable y pa´la historia.

lunes, 1 de febrero de 2010 | | 0 comentarios

Así narraron el final de la final Reyes Medina, Beto Perdomo y Alvis Cedeño

Acá les traigo un compendio de cómo se narró el último out de la final en Deportes Unión Radio, Meridiano Televisión y Venevisión -iug-, en las voces de Reyes Medina, Beto Perdomo y Alvis Cedeño, respectivamente. Faltó la de RCR con Carlitos Feo, pero no creo que ningún magallanero quisiera subir esa grabación.

La idea de ponerlos a los tres juntos en un mismo audio me pareció interesante, ya que si bien todas se pueden encontrar fácilmente y por separado en YouTube, el tenerlas seguidas permite comparar los estilos de cada narrador. Así se puede escuchar a un Reyes Medina con su cantadito habitual, a un Beto Perdomo que si bien no es de alzar mucho la voz tuvo sus buenas palabras y a un Alvis Cedeño de voz impresionante, que se ve ayudado con la fanfarria de Venevisión.

Quiérase que sí o quiérase que no, estas son las voces del béisbol de nuestra época. Las que en un futuro recordaremos, y las que llevaron a toda Venezuela la descripción del décimo séptimo título de los GLORIOSOS LEONES DEL CARACAS.


domingo, 31 de enero de 2010 | | 0 comentarios

Narración del 9no ining por Reyes Medina

Acá vamos poco a poco y a lo largo de estos días iremos llenando este espacio con videos, crónicas, fotos y todo lo relativo al 17vo título de los GLORIOSOS LEONES DEL CARACAS. En primer lugar, como no podía ser de otra manera, la narración del 9no ining a través del circuito oficial del Caracas, Deportes Unión Radio, en la voz de Reyes Medina. Que lo disfruten, y guárdenlo que va pa´la historia. 


sábado, 30 de enero de 2010 | | 0 comentarios

¡LEONES CAMPEONES!

Vamos con calma porque lo del viernes fue muy grande, la celebración estuvo enorme, y se necesita de mucho tiempo para dirigir y procesar tan histórico y magnánimo evento con la calidad que siempre he pretendido conservar en la libreta. Va a haber una crónica, va a haber un vídeo, va a haber fotos, portadas y de todo. Pero todo a su debido tiempo, o con su debido tiempo. Calma pueblo que lo que viene es bueno, y mientras tanto celebra que el Caracas es CAMPEON

viernes, 29 de enero de 2010 | | 0 comentarios

Llegó el día

Ayer se los dije, señores. Que tuvieran fe porque esto no iba a terminar allí. Y no terminó. El Caracas, combinando el buen brazo del Gustavo Chacín de barajita que todos conocemos y una ofensiva que por fin despierta, forzó el séptimo juego y hoy, por fin, se decide todo.  Es el día D, en el que no hay mañana, en el que sólo dos cosas podrán pasar y sanseacabó. Tensión, emoción, nervios, angustia y ansiedad. Electricidad en el ambiente. Y confianza, mucha confianza. Allá aquellos con su gordo, su abuso de poder –usaron un helicóptero del CICPC para trasladarlo- y su showcito barato. Acá nosotros con nuestro equipo, nuestros jugadores de siempre y nuestra garra de león. Mucha fe, y por Baudilio y el 17 del Chico  ¡a que nos titulamos, vamos!

jueves, 28 de enero de 2010 | | 0 comentarios

Un juegazo para no olvidar nunca

Independientemente del resultado de la final, he de decir que sólo por un juego como el del lunes valió la pena estar en ella. Partidos de béisbol emocionantes, muchos; como ese, pocos. En vista de que mi memoria beisbolera es corta y de reciente data, puedo decir con propiedad que ese juego está –y por mucho tiempo, creo, estará- en los primeros lugares de mi top-ten particular, y que en el álbum de mi cabeza –Aterciopelados, dixit- quedará escrito con tinta indeleble.

Ya en esta temporada los Yankees, mi equipo de las mayores, hicieron lo mismo ante los Mellizos de Minnesota. Alex Rodríguez sacó una A-BOMB en el 9no ining para empatar el juego y luego Mark Teixeira le puso fin en el 11vo. En aquella oportunidad recuerdo haberme emocionado bastante. Pero qué va. No se compara ni de lejos a lo que sentí esta vez, en la que, confieso, hasta alguna lágrima de emoción salió por allí…y miren que para que yo llore hay que echarle.

Es que lo de antier noche fue una cosa épica, de héroes. Casi una lección de vida, de hidalguía. Un llamado a no rendirse y a no darse por vencido nunca. A que la esperanza siempre existe. Y que el juego, bien dijo alguien por allí, no se termina hasta que se acaba o no se acaba hasta que se termina.

Los Leones llegaron a estar abajo hasta por cinco carreras en el 5to ining. Pero poco a poco fueron remontando. En el 9no ining, perdiendo ya sólo por 1, los Navegantes trajeron al Kid. A uno de los mejores cerradores de las mayores, el del record de más salvados. Y con los dos primeros bateadores hizo bien su trabajo. Gregor Blanco se paró en el plato con 2 outs y las bases limpias. No éramos pocos los que empezábamos a ver a los lados para buscar al mesonero y pedir la cuenta. Es que todo lucía tan difícil. Y no era por falta de fe, era por tratar de ser realista. Porque de que se podía, se podía. Pero tanto ligar hits que contra el Magallanes se convertían en rollings o flys había hecho que en ese instante escucháramos a la razón y no al corazón. Hasta que llegó Gregor y nos dio la lección.

Cuando aquella bola salió del parque el éxtasis fue total. El Universitario, según se vio en las imágenes de la televisión, se vino abajo. El León en La Castellana también. Los caraquistas volvimos a ser felicidad colectiva, gozo masivo en estado puro, una burbuja de júbilo. Lo que creíamos imposible había pasado de nuevo. El sueño, la ficción, la película se había hecho realidad. Gregor Blanco había tenido un turno soñado y con un swing nos dijo, a lo Rubén Blades: “Tengan fe, que esto no se acaba aquí”. Y no se acabó, se prolongó. La cara del Kid fue un poema, y el silencio de los magallaneros estridentes.

La pelea que se formó después trajo como consecuencia la salida de Guzmán y el remplazo de él por Melian. Juan Carlos Gutierrez salió en el décimo a aplicar el cerrojo –el gran Orber Moreno ya lo había hecho en el 9no- y aunque Reggie Corona le conectó un doble luego de que retirara al incómodo Bonifacio, logró, ponchando a Molina y haciendo fallar con un fly a Landaeta, sacar el cero. Hubo un poco de tensión con ese doble, el consumo de nicotina alcanzó su máximo nivel entre los parciales del Caracas, pero en Juan Carlos había confianza y como siempre fue bien retribuida.

"El décimo es el ining", fue lo que pensamos. “Ese juego hay que ganarlo aquí”, se escuchó por allí. Para despedirse con un grato recuerdo, José “El Hacha” Castillo lo abrió con un hit. Cambiaron de pitcher y le trajeron un zurdo a “La Pesadilla” Kroeger. Para algunos, el toque estaba más que anunciado, para otros era un horror que el cuarto bate anduviera en esas. Vieja y nueva escuela se debatían en un turno de los cruciales, y al final ganó la nueva porque el toque de Kroeger fue una “pesadilla”: casi conectó un fly al pitcher, Castillo previendo esto no salió sino hasta ver que la bola caía, pero fue demasiado tarde y en jugada de selección lo retiraron en 2da. La cosa quedó igual, pero con un out. Para resarcirse, Kroeger se robó la 2da. En búsqueda del dobleplay salvador, los magallaneros le dieron boleto intencional a José Celestino, y todo quedó en el bate de Melian.

Jackson Melian, el toletero cuyo nombre le hace honor al apellido de Mr. Octubre, volvía a estar en un turno clave. Cuenta la leyenda que él dijo en el dogout que la iba a sacar para ponerle fin al juego, y cuando Melían dice que la saca, la saca. No es fanfarronería, ni echonería, sólo pasa porque tiene que pasar. Con disposición y actitud de campeón emergió de la cueva. Yoel Hernández lo puso contra la pared en cuenta de 1-2. Él, con la confianza del que sabe que ha nacido para grandes cosas y la casi cínica tranquilidad de aquellos que están a punto de hacer historia, simplemente se paró, masticó el chicle, se estiró un poco, agarró firmemente el bate, lo colocó sobre el hombro derecho y esperó el envío. Una slider fue lo que le mandaron. Y una slider fue lo que envió a las gradas de la izquierda.

El left field magallanero corrió, pero hacia el dogout. El batazo era jonrón desde el mismo momento en que salió. La cueva del Caracas se vació y los peloteros se reunieron en el home a esperar al héroe. Jackson le daba la vuelta al cuadro con el brazo derecho levantado, la satisfacción del deber cumplido y la ensordecedora aclamación de las almas que copaban tribunas y gradas. Se le había pedido una línea bien conectada, pero grande al fin lo que dio fue un bambinazo.

Ya cuando la bola iba a mitad de camino, la noche caraqueña perdió el silencio habitual de los martes y la luna fue testigo de una celebración de las que desde hace tiempo no se veían. A los fanáticos caraquistas se nos salió el narrador que todos llevamos por dentro y entre “oooolvidenlo”, “díganle que no a esa pelota”, “pura candela, señores”, “esa no regresa más”, las gargantas se unieron para cantar ese épico jonrón. Después vinieron los saltos, los aplausos y los abrazos, sazonados con los “sí se puede, no joda”, “grande este equipo, carajo” y demás expresiones, para terminar a viva voz con el emblemático y clásico “Leo, leo, leo, leo, leooo, leoooo”, mientras en El Universitario sonaba el “se hunde el barco mi querido capitán” de Porfi Jiménez.

Pedro Ricardo Maio y Jesús Marín se dieron hasta con el tobo por entrevistar a Melian y a la final el uno salió en la pantalla del otro. Jackson dio gracias a su gente, a la Virgen del Valle -¡alabada sea!- y sentenció con claridad: Vamos a quedar campeones.  Francisco Blavia bajó al terreno a recoger impresiones, y entre esas estuvo la de un emocionadísimo José Castillo que no pudo contener la emoción, y con lágrimas en los ojos y la voz entrecortada se despidió de la afición caraquista diciendo que todo eso era muy duro pero él tenía una familia que mantener. ¡Lo dicho, fue una noche de emociones!

Se llegó a pensar que después de semejante noche, lo que venía era un subidón anímico que elevaría la confianza del Caracas y pondría al Magallanes en 3 y 2. Líder incluso tituló que el Caracas mostraba pasta de Campeón. Sin embargo, y contra todo pronóstico, a la noche siguiente, amparados principalmente en el brazo protector de Raúl Valdés, los magallaneros nos blanquearon y nos dieron otra ración de arepas.

El ego se les insufló como nunca y comenzaron a mandar cualquier cantidad de cadenas, mensajitos y fotos relativas a la Harina Pan y el fogón. Blanquear al adversario, sí, tiene mérito, pero vaya que es aburrido. A menos que sea un no hit, no run, poco se disfruta un blanqueo. Solo sirve para la joda y nada más. Caso diferente el de empatar un juego con un jonrón en el 9no y 2 outs, y luego sentenciarlo con otro estacazo en el décimo. Eso sí es emoción, adrenalina y disfrute puro. Y de eso no saben ellos. Pobrecitos.

En fin, señores, al terminar de escribir esta crónica quedan si acaso unas 3 horas para el inicio del juego decisivo para Leones. El Caracas no tiene mañana en Valencia. Pierde hoy y pierde el título. Ganar y ganar es la fórmula. ¿Podrán? Ya demostraron que pueden ganar dos juegos seguidos, así que hay que dejarlo todo en el terreno -sí, sí, qué cursi- y sacar la garra. Hay equipo, señores, así que cual Gregor y a lo Rubén Blades vuelvo a insistir: Compañeros caraquistas "tengan fe, que esto no termina aquí". Que así sea. 

 

LA NARRACIÓN

¿Qué puedo decir acá que ya no haya dicho acerca de Fernando  Arreaza y sus narraciones? El mejor, el más apasionado, el que le pone emoción al juego y lo hace a uno vibrar con el radio en la oreja. Ganas de escucharlo nunca faltan y el destino, el caprichoso destino, quiso que él estuviera efrente al micrófono cuando ese par de jonrones. Quien no se emociona al oír estas narraciones es porque no es caraquista. De colección y pa´la fonoteca. 


EL VÍDEO

domingo, 24 de enero de 2010 | | 0 comentarios

2DO DE LA FINAL: Se pone dificil

Esto se está poniendo feo. Sin querer sonar a Beto Perdomo, pero así es. No era de vida o muerte como tal, pero el juego de ayer había que ganarlo. Era necesario. Hubiese sido recomendable. Aconsejable, por lo menos. Pero se perdió. Menos feo, con más garra, mucho más chance, mejor rostro, más solidez ofensiva, con todo lo que queramos añadirle, pero al final se anota derrota. La segunda de la serie. A Caracas regresamos, entonces, con el viento en contra,  las manos vacías y en la espalda el enorme peso del par de caídas.

¿Qué pasó ayer?  Pitcheo, señores. Ese que antes nos salvaba ahora nos condena. Gustavo Chacín, nuestro mejor brazo y nuestro mejor hombre, no lució como antes. Llegando a lanzar hasta 8 inings completos en un juego del round robin, ayer apenas pudo con 3.2, en los cuales 10 hits -2 de ellos jonrones- y 6 carreras limpias lo bajaron rapidito de la lomita. Se le escaparon a “El Escapista”. Su sustituto, Guillermo Moscoso –candidato a suplir a Ramón Ortiz en el caso de que no pueda con la 5ta apertura-, tampoco estuvo a la altura de lo esperado. Como comentó Francisco Blavia, la gasolina pareció acabársele después de ponchar de manera formidable a Robinson Chirinos…que fue el primer bateador que enfrentó. Luego de ello, en los siguientes 1.1 inings que precedieron al ponche, los números lo dicen todo: 3 hits, 3 carreras, 1 boleto. ¿Pa´que más? Sus sustitutos, Victor Gárate y Darwin Cubillán, tuvieron una actuación idéntica, ya que sin el boleto ambos acumularon en 1.0 ining de labor los mismos números: 3 hits, 3 carreras, 1 ponche. Sólo Orber Moreno, “San” Orber Moreno, salvó la patria al amarrar a los magallaneros en 2 inings de labor en los que apenas y permitió 1 hit, ninguna carrera, 1 boleto y 2 ponches.

Por el contrario, y quizás esto sea lo único positivo, la ofensiva caraquista respondió. Con la mala leche de que inmediatamente siempre tuvo una reacción magallanera para apagarla. El Caracas volteaba el juego y allí mismo se iba arriba el Magallanes. Pasó en el 3ro cuando el Caracas puso el juego 2-1 e inmediatamente el Magallanes lo volteó 2-3 y en el 4to cuando los Leones lo pusieron 4-3 y el Magallanes 4-8. Y quiérase o créase que no, pero esas cosas afectan la psiquis de los jugadores.  No obstante, el equipo batalló. Llegando a estar 4-12 en el 6to, terminó al final 10-12. ¿Faltó el batazo oportuno? Podría ser esa la vía fácil de verlo, y de hecho José Castillo llegó a tener en el 8vo las esquinas llenas y con 2 outs se ponchó. Sin embargo insisto: la cosa fumea por el pitcheo.

Y seguiría escribiendo sobre las declaraciones de Ortiz, que Wilson Ramos ha sido el último out de ambos juegos, pero, señores, cerraron RCTV por segunda vez y la noticia me cayó mal. 

viernes, 22 de enero de 2010 | | 0 comentarios

1RO DE LA FINAL: Un espejismo de juego

LEONES 0-MAGALLANES 9

Nunca un equipo se ve tan bien como cuando gana y tan mal como cuando pierde. Lugar común y todo, la frase anterior cae como anillo al dedo para aclararles las cosas los pesimistas profesionales y a los optimistas alzados: ni los Leones del Caracas son ese equipo desastroso y errático hasta la vergüenza; ni Navegantes del Magallanes esa máquina inclemente de bateo. Nada que ver. Ese 0-9 de ayer es un espejismo tan o más engañoso y de la realidad disociado que las propagandas gobierneras de VTV. Una mentira caprichosa del béisbol. Porque la diferencia entre ambas novenas no es tan abismal como lo enseña abultado el resultado.
Fue el pitcheo abridor la piedra angular sobre la cual se erigió el templo de carreras en el que se le rindió culto a los bates bucaneros durante los tres primeros inings. Una ¿apertura? para el olvido la del debutante Ramón Ortiz, quien no pudo sacar ni un solo out –efectividad infinita- y a quien le anotaron 4 carreras 3 de ellas limpias. En su descargo solo podrá argumentar que había llegado de viaje la madrugada anterior, lo habían montado en un autobús y de una lo pusieron de patitas en la lomita para que lanzara. Una decisión bastante discutible en todo caso.

Y ya que empecé apelando a lugares comunes y frases hechas, pues me permitiré usar otras dos: lo que mal empieza mal termina, y después del error viene el hit. Todas vienen a colación porque el primer batazo de la final fue anotado error –se le escapó a Petitt-, y después de éste vino la seguidilla, el racimo –como se ha puesto de moda en algunos cronistas de ahora- de batazos y carreras con el cual masacraron al Caracas haciendo que lo que empezó mal, terminará mucho peor.

Paliza con arepas fue lo que nos dieron. Cosa inimaginable e impensable para tirios y troyanos. Y es que aparte del mal pitcheo abridor –se recompuso a partir del cuarto ining- el Caracas siguió cometiendo errores –dos de Guzmán y otro de Castillo, que fue anotado como doble- y no bateó sino 6 hits con los cuáles sólo en una oportunidad se pudo pisar tercera y nunca el home. Aparte le fabricaron tres dobleplays. ¿El peso de las 72 horas de descanso? ¡Vaya usted a saber!

En resumidas cuentas, señores, fue una pésima noche, que la tiene cualquier equipo. No sirve esta derrota para evaluar realmente cómo está el Caracas, porque esos, de anoche, no fueron los Leones del Caracas. La medida del equipo se podrá tomar hoy cuando Chacín, “El Escapista”, abra el juego y los bateadores puedan pararse en el plato sin la presión y el desánimo de esas 9 carreras en contra. Ya veremos…pero al Caracas ligaremos. ¡A GANAR!

jueves, 21 de enero de 2010 | | 0 comentarios

Una final Caracas-Magallanes


Cuando la primera final Caracas-Magallanes tenía como mucho cinco años, y cuando la segunda no llegaba ni a la década. De ellas no guardo recuerdo ni noción alguna…gracias a Dios. Viendo sus repeticiones en televisión escucho nombres que me suenan conocidos y me evocan a un tiempo de recuerdos confusos y memoria nublada. Lo cierto es que la suerte, el destino y el azar –que no los medios de comunicación, como dicen los fanáticos de Tiburones- han querido que la final de la 2009-2010 sea entre los eternos y sempiternos rivales de la pelota. Evento especialísimo donde los haya, al menos en el béisbol venezolano.

Mentiría si cayera en el lugar común de decir que esta ha sido para mí la final más esperada, aquella que los sueños prometieron a sus ansias, porque no es verdad. Nunca soñé con ella, ya que el escenario más perfecto y disfrutable era para mí ver quedar eliminado al Magallanes en la ronda regular o en el round-robin, mientras el Caracas pasaba, ganaba, clasificaba y se titulaba. Puede que también, al no haber vivido las otras, el deseo de vendetta finalista contra el Magallanes no estuviera tan arraigado. Pero independientemente de todo, esta final se presenta como algo histórico, único y diferente.

El ambiente en la capital es otro. En Meridiano Televisión han repetido las dos finales aquellas. Por la calle sólo se escucha Caracas-Magallanes. La prensa deportiva se agota temprano y publica páginas y páginas de análisis. En todos los programas de la radio es referencia obligada la final. Casi todo el mundo tiene una gorra, una franela o una prenda que los identifica con alguno de los equipos. Hay electricidad en el ambiente. Y también altas expectativas. Y mucha tensión.

Quizás por todo lo que implica, confieso que esta final me tiene un poco tenso. Si las derrotas contra el Magallanes duelen, que éstas sean en una final sería difícil de superar. Pero por otra parte, si las victorias contra el Magallanes se gozan, que sean en una final…ufff. ¿Qué pasará? Yo espero que gane el Caracas, a ellos voy, a ellos les ligo, y a ellos apuesto todo.  

En fin, señores, la mesa está servida y yo listo para escribir en la libreta, sin perder detalle alguno, las que pueden ser unas gloriosas páginas en la historia de nuestro equipo. Vaya honor el que me ha dado la vida al inaugurar este blog justo en esta temporada. Espero estar a la altura del reto. ¡Qué el Caragas gane!...y nos leemos por aquí.

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Saldando la deuda

Tiempo no es precisamente lo que me ha sobrado, de allí que no haya podido seguir con lo que me propuse al abrir esta libreta, que era escribir sobre todos los partidos del Caracas. Sin embargo, cual hijo pródigo regreso a este sabroso espacio que me da internet y lo hago con una breve recopilación de los que a mi juicio fueron los momentos más importantes de lo que quedó de round-robin desde que dejé de escribir. Y para no hacer tan larga la cosa, me permito colocarlo en la voz de los narradores del circuito del Caracas para así saldar la deuda. No debo nada.

LA LÍNEA SIN RACIONAMIENTO DE FERNANDO ARREAZA

6 de enero, fecha de no muy grato recuerdo para muchos, en la que el gobierno anunció el plan de racionamiento eléctrico para Caracas. En El Universitario no se iba a abrir ining luego de las 11 PM, ya que las luces serían apagadas, y el Zulia había empatado el juego en el noveno. Cuando eran las 10:50 PM todo el mundo tenía el alma en vilo. Juego empatado y apenas diez minutos para la llegada de la oscurana. Pasaron 9 minutos y Sansón Padrón conectó una “línea sin racionamiento”. De colección y casi mítica la forma en la que Fernando Arreaza engranó lo que se vivía en el país con lo que pasaba en el juego en esa sola, espontánea y celebrada frase. Sobran los comentarios, ya que basta con escuchar al gran Fernando Arreaza:

 

…Y GANAMOS EL BONITO

El juego importante, el decisivo, el que aseguraba tener que ir a un juego de desempate en el caso de que las cosas salieran mal en el futuro inmediato. Contra La Guaira, nuestro rival moderno, y con Orber Moreno convertido en héroe en el principio –recibió el premio Alejandro Patón Carrasquel- y en el fin –salió a relevar en el 8vo, con 2 en base sin out, y ni de las almohadillas dejó moverlos- fue que logramos el “bonito”. Incidentes con fanáticos estúpidos y peloteros alterados medio empañaron el final, pero lo cierto es que con ese la masa caraquista tuvo un sábado de gloria.

¡A LA FINAL CON MAGALLANES!

El José Bernardo Pérez de Valencia a reventar. Todos los equipos de la liga, y en especial La Guaira, ligándole al Magallanes ya que no querían que se diera la finalísima. Mucha tensión, mucha emoción. Tembló en mitad del juego, y tembló también, pero esta vez de emoción, la fanaticada caraquista cuando Josh “La Pesadilla” Kroeger la sacó del parque con dos en base para coronar así un glorioso rally de 5 carreras. La Pesadilla” los mete en la final, tituló Líder. Nada menos y nada más. El último out en la voz de un emocionado Reyes Medina y a celebrar Venezuela que los Leones se metieron –nos metimos-, y final contra Magallanes habemus.

lunes, 11 de enero de 2010 | | 0 comentarios

La buena estrella del Caracas


(La gran celebración caraquista. Tomada de la web del diario Líder)

LEONES 4-AGUILAS 3

Así como los Reyes Magos llegaron a Belén guiados por una estrella, de la misma forma los Leones del Caracas avanzan -no hay certeza todavía de que lleguen- a la final de la edición 2009-2010 de la LVBP guiados por otra buena estrella: la de los errores ajenos. Increíble que un equipo con tan baja producción ofensiva -.254, segundo peor average- y tan mala leche –líderes en DP con 15- amanezca hoy de 2do en la tabla. Porque, sí, pitcheo es el nombre, pero bateo es el apellido, y en eso este Caracas es hoy un hijo bastardo y no reconocido del béisbol, que, además, se da el tupé de ver a sus pródigos hermanastros desde arriba en el piso 2.

¿Explicaciones lógicas, racionales o coherentes? No existen. Algo pasa con el Caracas -no batea con hombres en base (89 DEB)- y algo pasa contra el Caracas -le cometen errores capitales-. De 43 carreras anotadas, hay 13 que no han sido impulsadas por los bates melenudos. Pero no 13 carreras cualquiera, no: De ese 13 por lo menos 10 han sido para empatar o irse arribas; carreras claves que han decidido juegos de pelota. ¿Pero cómo? ¡Vaya ud a saber!

La cuestión es que a pesar de que el cuento de la buena estrella, de las 13 no impulsadas, de cómo se gana no bateando, de que los rivales parece que se ponen de los nervios, en fin, decía, a pesar de que todo eso uno lo puede ver con simpatía y contarlo con una sonrisa de medio lado, la verdad es que la situación de la bajísima producción ofensiva del Caracas es preocupante: diferencias mínimas, de apenas 1 carrera -como en el juego del pasado sábado contra La Guaira-, son irremontables si los rivales juegan bien.

El mánager Hudgens, siempre proclive a cambiar el line-ups, esta vez le ha dado hasta vueltas olímpicas y el resultado sigue siendo el mismo: rollings, dobleplays, flys y ponches. Slump puro y de los duros. Dicen los que saben -sigo sin incluirme entre ellos- que el bateo es como la AH1N1: contagioso; y que basta que alguno encienda el candelero para que la sabana seca que es la ofensiva caraquista se prenda en pleno. ¿Pero quién? ¿Pero cuándo?

Ayer el siempre oportuno Francisco Blavia decía: "De la desesperación se ha pasado a la frustración y ahora a la preocupación". Mucho más cuando el pitcheo, nuestra piedra angular durante este todos contra todos (EFE 3.38 la mejor del el round robin), es una interrogante en el horizonte. Porque de interrogantes e incertidumbres estamos llenos. Viviendo peligrosa y adrenalínicamente el día a día. Esperando hasta el último out por la guía de la estrella. Cruzando los dedos por el despertar de la ofensiva. Ligando el final del slump. ¿Más emocionante? Sí. Pero cómo se sufre…aunque nadie dijo que sería fácil, ¿no?

EL ERORR

MADE IN LEONES: Patentado y con copyright. Así debe quedar este error que el Caracas ha cometido infinidad de veces en la final. El hombre  –póngale el nombre que quiera, ayer fue Padrón- llega a la 2da base y no hay nadie más en circulación.  El que batea conecta un rolling al short o a 2da, el corredor sale y lo hacen out en 3ra. ¿Cómo se llama eso? ¿Desesperación o mal beisbol?

EL LÍO

Según lo veo y entiendo –quizás no sea así- el lío Leones-Cartaya-Rockies se resume simplemente en 3 palabras: conflicto de intereses. Francisco Cartaya, el representante de los Rockies de Colorado en Venezuela, tiene un alto cargo en Tiburones de La Guaira Gerente de Operaciones Deportivas-, equipo que pelea la clasificación contra el Caracas. Germán Cartaya tiene la potestad de restringir la actuación de 2 pitcher de Leones del Caracas: Franklin Morales y Edgmer Escalona. Y Francisco Cartaya lo ha hecho. ¿Bajo qué criterios y siguiendo qué lineamientos? Esa es la cuestión. Porque tiene toda la lógica del mundo preguntarse: ¿qué Francisco Cartaya intervino? ¿El Francisco Cartaya que representa los intereses de Colorado o el Francisco Cartaya al que le conviene que el Caracas se quede con 2 brazos menos? Y no es que dude o quiera poner en tela de juicio la honestidad de alguien a quien no conozco, pero vaya si es compleja la situación del señor Cartaya, porque cómo hace para separar un cargo de otro cuando se rozan tan de cerca. ¿Y si fueran pitchers de Tiburones? ¿Actuaría como el responsable representante de los intereses de los gringos, o como el Gerente Deportivo del equipo del Litoral? ¡Qué lío! Por eso es que Julio César fue sabio cuando dijo aquello de que su mujer honrada no sólo debía serlo, sino también parecerlo. Porque puede que el señor Cartaya lo sea, pensemos que sí, pero en esas condiciones está difícil que lo parezca. 

Y GUZMÁN LOS CALLÓ

Lo de Guzmán y las pitas ya fue tratado en el post anterior. Sin embargo, he de destacar cómo la propia actuación del Chucho en estos últimos 2 días ha sido la que ha silenciado a los jeteros del estadio.  El sábado ante La Guaira logró embasarse por un error de Renny Osuna, luego se robó la 2da y finalmente, con un espectacular e infartarte pisa y corre que dejó a todo el mundo lelo, llegó hasta la 3ra. Allí, cosa rara, no consiguió remolque, pero vaya si estuvo cerca. Y ayer, nada, de 2-1, con 2 boletos, 2 anotadas y ningún ponche. Sin embargo, quizás lo mejor fueron sus palabras al finalizar el encuentro –recogidas por el pana @ewuaro en su twitter-: “Los fanáticos nos están demostrando q solo nos apoyan en los momentos buenos…Le pedimos a los fanáticos que no nos estén pitando, que nos apoyen”. Como dice Amair al final de El Cerrador: no se diga más.

EL ANÁLISIS

En menos de 140 caracteres, el mánager Hudgens lo dijo todo por twitter: “We are finding ways to win, the bats will break out soon. The pitching has been solid, need a good start from Morales tomorrow”. Que así sea.

LA PRENSA

Los Leones abrieron hoy las portadas de El Nacional y El Universal, los dos grandes de la prensa venezolana. He aquí como se vieron:


EL AGRADECIMIENTO

Los numeritos aquí mencionados han sido sacados de @bvenezolano, a quien aprovecho de felicitar por su extraordinaria y excelente labor, y de @elcerrador, excelente programa de Deportes Unión Radio. 

viernes, 8 de enero de 2010 | | 0 comentarios

Un Caracas motivado y un Chacín de barajita

(El Escapista, Gustavo Chacín, quien anoche se vio soberbio en 8.0 inings lanzados)

LEONES 4-AGUILAS 3

Aunque no aparezca como pitcher ganador, el nombre -y hombre- del juego de ayer es Gustavo Chacín. El diestro, cuya carrera parecía acabada el año pasado por culpa de las lesiones, anoche se fajó como los grandes y logró lo que ningún otro lanzador del Caracas hasta ahora: lanzar 8 inings completos; cosa esta aparte de meritoria bastante oportuna, ya que le permitió descansar a un relevo que antier tuvo que salir a trabajar desde 2do ining debido la mala actuación de Franklin Morales.

En esa cuasi-épica apertura, El Escapista lanzó 98 envíos, permitió 5 imparables, 3 carreras limpias, ponchó a 3 y regaló 2 boletos. Se la puso fácil a la ofensiva, la cual, aunque terminó dejando en el terreno a las Águilas, sigue mostrando una dificultad productiva, que la lleva a parir, literalmente, para fabricar carreras.

Ayer, nuevamente, hubo que depender de los errores del contrario para anotar, al punto que el 75% de las carreras -la de empatar en el 5to, la de irse arriba en el 6to y la de dejar en el terreno a Zulia- llegaron por esa vía: Un wild pitch de Brower con José Celestino en 3ra, otro wild de Brower con Guzmán también en la antesala – se había robado la 2da y había llegado a la esquina caliente por mal tiro del cátcher- y una mala fildeada de Lissón -que, con Iribarren en 2da, no pudo manejar un rolling de Maza- fueron claves en la victoria. "Así también se liga, papá", dijo Reyes Medina cuando ocurrió el primero de los errores, pero, aunque es cierto, no deja de ser peligrosa esa dependencia casi viciosa a las pifias ajenas.

Sin embargo, no todo fue malo ofensivamente hablando, ya que no miento si digo que los Leones mostraron otra cara. Contrario a las percepciones de desgano o apatía percibidas en otros juegos, esta vez el Caracas lució como un equipo aguerrido, con garra: los peloteros salieron a robar, se realizó con éxito una jugada de bateo y corrido y hasta se intentó un squeeze, que al final no salió. Castillo, quien parece estar despertando y quien además se ha convertido desde la partida de Henry Blanco en algo así como el líder anímico del equipo, la sacó por el left en el 2do ining y produjo la única carrera achacable 100% a un madero caraquista, lo que de algún modo pudo incentivar a sus compañeros.

Lo cierto es que se vio otro Caracas. Orber Moreno, que ayer hizo de cerrador en el 9no y de muy buena manera –se acreditó el ganado, ponchó al “Novato del Año” Ernesto Mejía y dominó al siempre peligroso Carlos González-  reveló en la rueda de prensa que el equipo tuvo un cónclave antes del juego: “Los peloteros nos reunimos para hablar de lo que estaba pasando, darnos el apoyo y así seguir adelante”, dijo en declaraciones recogidas por El Universal. Todo indica que funcionó. 

Así que hoy se descansa con la satisfacción de terminar, a pesar del slump, la primera mitad del round robin con record positivo. En la segunda la cosa se pone candela por las dudas con respecto al pitcheo. A ligar que vengan bien.

LO FEO

LA PITA A JESÚS GUZMÁN: Al hablar de “fanaticada caraquista” se mete en un mismo saco a un gran número de personas que en común solo tienen una cosa –ser de los Leones del Caracas- y en particular muchas diferencias. Por eso, para no generalizar, me voy a referir a sus actores como unos sujetos que le van al Caracas que ayer en el estadio pitaron a Jesús Guzmán. No fueron todos, parece que no fueron tantos, pero fueron. Y estuvo mal. No es que “El Chucho” Guzmán sea impitable –eso es algo a lo que, lamentablemente, están expuestos todos los peloteros-, no. Es que si Guzmán está jugando ahorita es porque algo de cariño le tiene a la camiseta del Caracas, ya que mientras él se para todas las noches en el plato, su madre está en una clínica producto de un derrame cerebral que le dio hace pocos días.

Esa pita nunca debió ocurrir. Y no por los jonrones que dio en la temporada pasada, no por el record de impulsadas que rompió en ella, no por el título de MVP que se llevó, no por todas las cosas que ha hecho por el equipo –que deberían bastar y sobrar para que el abucheo no se diera-, sino por algo más elemental que todo aquello: por humanidad. ¿No tuvieron madre esos fanáticos? ¿No saben, acaso, lo que es tenerla enferma? ¿Dónde quedó en ellos eso que llaman nobleza? ¿Les sonará acaso la palabra hidalguía? ¿Conocerán, si quiera, aquella que mientan dignidad? ¿Decencia? ¿O es que en su diccionario espiritual sólo aparecen mezquindad, ruindad, bajeza y miseria moral?

Muy lamentable.

LOS ERRORES

¿A DÓNDE SE FUE MELIAN?: Luego de haber llegado a la 2da producto de un doble, Jackson Melian nos sorprendió a todos cuando salió a la 3ra base con un rollingcito de “El Tanque” Maldonado por el short. A mitad de camino parece que se dio cuenta de cuál había sido la real magnitud del batazo, pero ya era demasiado tarde: estaba encerrado entre 2da y 3ra. Quizás buscando que Maldonado llegara, si quiera, a 2da base, corrió de un lado a otro, pero no pudo hacer nada tratándose de un corredor lento como “El Tanque”.

EL SQUEEZE QUE NO FUE: En el 6to ining, ganando por una, con 1 out, Carlos Maldonado en 1ra, Castillo en 3ra y Petit al bate, fue ordenada una jugada de squeezplay. Pero la suerte no estuvo con el Caracas: Cuando Petit tocó la bola lo que le salió fue un flycito al pitcher y “El Tanque” Maldonado, sabrá Dios por qué, salió a la 2da sin siquiera ver la jugada y terminó siendo sorprendido de regreso a la 1ra en una y triste jugada de dobleplay en la que murió el ining y la posibilidad de que Castillo anotase desde 3ra.

CONCLUSIÓN DE PEROGRULLO: Si es pelotero, vea ud el batazo antes de salir a correr.

EL TWEET

Great game by Leones, Chacin was just what we needed@dmhudgens, manager del Caracas.

LA PORTADA

Así abre Meridiano su edición de hoy. Excelente la foto de apertura, con la celebración de Maza, Castillo y ¿? al final del juego.


 

LA ÑAPA

*El mánager Hudgengs confirmó que Franklin Morales continuará como abridor. A ir agarrando los rosarios.

*Victor Álvarez, mexicano, es el nuevo pitcher conseguido por la gerencia del Caracas.

*Ayer Carlos Maldonado cubrió la receptoría del Caracas. Con .364 de avg, es el segundo mejor bate de los Leones.

*6 son las carreras que ha anotado el Caracas por wild.

*En el round robin pasado, el Caracas también cerró la primera mitad de éste con record de 5-3

jueves, 7 de enero de 2010 | | 0 comentarios

Alerta naranaja

(Volteando la gorra para ligarle al Caracas)

LEONES 6-TIBURONES 12

Al Caracas se le están empezando a complicar las cosas, y de qué manera. Al bajon ofensivo que vive el equipo se le suman ahora una serie de importantes bajas en el pitcheo -Jason Cromer y Armando Galarraga, que ya no están con el Caracas; Guillermo Moscoso y Juan Carlos Gutiérrez, que están próximos a irse- y una decepcionante labor de Franklin Morales, quien, si se quiere, era algo así como la esperanza abridora de Leones y con su apertura de ayer terminó siendo la más dolorosa decepción. Tambaleando el pitcheo y frío el bateo, la cosa está como para preocuparse.

"Santo pitcheo, que nos salvas del slump" titulé la crónica del Caracas-Magallanes, buscando resaltar que gracias a la tenacidad y fuerza del pitcheo (última apertura de Galarraga) el Caracas había podido ganar con slump y todo. Pero ya de aquella victoriosa rotación de 3 abridores (Chacín-Galarraga-Moscoso) solo queda El Escapista y 1 apertura de Guillermo -de los 3 el menos efectivo-, más nada. Se acabó Galarraga, se acabará Moscoso y en sus lugares lo que queda es una gran interrogante: ¿Y ahora quien abrirá los juegos la semana que viene?

Según el blog del gran Ignacio Serrano, la rotación del Caracas sería la siguiente:

Lunes 11, Franklin Morales vs. Magallanes.

Martes 12, Gustavo Chacín vs. Margarita.

Miércoles 13, libre.

Jueves 14, José Ortegano vs. Zulia.

Viernes 15, por anunciar vs. Zulia.

Sábado 16, Franklin Morales vs. La Guaira.

Domingo 17, Gustavo Chacín vs. Magallanes.

Sin embargo, después de la actuación de ayer de Franklin Morales es bastante improbable que realice alguna de esas dos aperturas, lo que pone en serios aprietos al Caracas, que, además, tiene por resolver la del viernes 15. Por si eso fuera poco, hay que ver cómo le va a José Ortegano el sábado contra La Guaira, en su primera actuación como abridor; y empezar a pensar en un cerrador ya que, a pesar de las intenciones de Juan Carlos Gutierrez –“Voy a hacerme el loco; si no me llaman, sigo”, le dijo a Ignacio Serrano-, si los gringos lo paran, lo paran. ¿Complicado el asunto? Pues sí, y bastante. Mientras, el equipo se mueve por el Caribe y estos lares a ver que consigue, si no le tocará mover las piezas que quedan y poner a abrir a Oliveros o a Coelho o a Gabino, y poner a cerrar a Orber, movidas que tienen su riesgo.

Por otra parte, la ofensiva, aunque comienza a dar algunos síntomas de mejoría –se batearon 10 hits y anotaron 6 carreras-, sigue sin ser todo lo oportuna que podría y debería. Ayer, en 8 de los 9 inings se embasó el primer bateador de la entrada, pero costó muchísimo remolcarlo, ni qué pensar en ligar un rally. En total, fueron 9 los que quedaron en circulación.

Así las cosas, lo que el Caracas tiene en frente es un par de signos de interrogación. A la expectativa estamos de cómo se desarrollen los hechos. ¿Ortegano funcionará como abridor? ¿Tendrá que abrir un juego Gabino? ¿Tendrá que abrir un juego Oliveros? ¿Tendrá que abrir un juego Coelho? ¿Tendrán buenas aperturas? ¿Se podrá hacer el loco Juan Carlos Gutiérrez? ¿Tendrá que cerrar juegos Orber Moreno? ¿Despertará la ofensiva? ¿Se bateará oportunamente? ¿Se fabricarán carreras? ¿Se tendrá la capacidad de remontar?

Muchas dudas, pocas certezas.

LOS NUMERITOS

Así se resume la actuación de Franklin Morales ayer: 1.1 inings, 2 sencillos, 2 dobles, 1 triple, 5 carreras, 1 boleto, 1 ponche.

EL ANÁLISIS

"después de dos derrotas consecutivas la victoria de hoy contra el Zulia se vuelve necesaria." Freddy Molina, el Leon al Bate.

LA ESPERANZA

"Siempre empiezo perdido, pero yo salgo de eso...eso viene ya, en cualquier momento salen las cosas", Jesús "El Chucho" Guzmán, entrevistado ayer en El Cerrador.

EL ÁNIMO

"¿Que ahora es más complicado? Ciertamente, pero así es más sabroso ¿no creen?", El Leonático.

miércoles, 6 de enero de 2010 | | 0 comentarios

¡SLUMP!


LEONES 3-BRAVOS 5

No sé cómo ni por qué lo recuerdo, pero tiempo atrás Pepeto hacía un personaje en Radio Rochela llamado Felix Gonzalito, que siempre terminaba el sketch con una pregunta que llegó a ser emblemática: ¿Y si uno no pregunta cómo aprende? Pues bien, esta podría ser modificada y aplicada al Caracas, para cuestionarse lo siguiente: ¿Y si uno no anota cómo gana?

Ayer lo dije en este blog, y no descubrí el agua tibia con ello: el Caracas está pasando por un slump ofensivo y no está bateando; fabricar carreras se ha vuelto una labor titánica y cuando las hemos hecho ha sido mezclando los errores defensivos de los contrarios y los destellos ofensivos de algunos peloteros.

Pues bien, ayer no hubo errores defensivos que aprovechar, ¿y adivinen que pasó? El Caracas no pudo remontar una pequeña diferencia de 3 carreras y terminó perdiendo el juego. Para algunos, el Rey quedó desnudo y ahora sí, sin la borrachera obnubilante de la victoria, se dieron cuenta que en efecto hay un problema ofensivo. ¿De gravedad? Diría yo que moderada.

Me explico. Dentro de las que para mí son cosas inexplicables del beisbol, poseen un lugar muy especial los slumps. Son especies de plagas de langostas que atacan a peloteros y toleterías enteras durante días o semanas en los que, simplemente, no pueden batear bien…si es que batean. Causas, dicen los que saben –nótese que entre ellos no me incluyo-, las hay y diversas: físicas, mentales, espirituales, anímicas y hasta “sortilegiales”. Y soluciones, también: desde sentarse con un coach a ver vídeos de los turnos al bate, hasta terapia psicológica –hipnosis incluida-, pasando por conversaciones con curas y las dos famosas bolas…de algodón en las orejas. Vale todo, porque al final nadie sabe a ciencia cierta –salvo cuando son por dolencias físicas- por qué se dan, aunque una vez superados, eso sí, usan los lugares comunes de: falta de concentración, ajuste en el timing, y patatín.

Que el Caracas esté en un slump es una mala noticia, qué duda cabe. El equipo está bateando poco y mal. Hits se conectan, pero no de forma oportuna. Con hombres en base el record de bateo es pavoroso -".194 (67-13 con, 14 CI sin HR)" dato de @alfredvillasmil-, de allí que cueste tanto anotar: mientras en la ronda regular –datos estos de El Cerrador- el promedio de carreras por juego era casi de 6, en el round robin es de 4,5, y ese 4,5 está inflado por la cantidad de carreras sucias que entraron por wild pichts, errores y tal, porque si fuera por las producidas por los bates…ay.

Pero así como inevitablemente después de la noche sale el sol, del mismo modo, después del slump viene el amanecer ofensivo: es decir, el Caracas va a batear. ¿Cuándo? ¡Quén sabe! La única certeza es que a medida que pasen los días más cerca se está del final del slump. Y la buena noticia -que en realidad es un caliche- es que el Caracas en mitad de la noche, con slump, bateando poco, no produciendo como antes, ha tenido la buena estrella de contar con unos oponentes defensivamente inestables, una buena defensa y un pitcheo sólido como una catedral de roca, lo que le ha permitido ganar, en medio de esa adversidad, 4 de los 6 juegos disputados y estar hoy en la punta.

Cierto que los rivales parece que han comenzado a enseriarse y ya no están haciendo tan dadivosas concesiones –ejemplo el juego de ayer-, pero también es verdad que jugadores como Petit (ayer de 4-2 con un doble), Castillo (2-1, con 1 impulsada), José Celestino (5-3) y Guzmán (4-2) han empezado a mostrar rastros de mejoría. Es cuestión que despierten, y cuando lo hagan, cuidado: los equipos que pitchan, defienden y batean son los que ganan campeonatos. Por el bien del Caracas, que ese slump termine de pasar rápido y los bates despierten cuanto antes. Ese es el problema y esa es la esperanza.

EL MOMENTO

El momento más emocionante del frío juego de anoche fue, sin duda, la subida de Orber Moreno a la lomita en el 7mo ining. Apenas el pitcher de los Leones salió, El Universitario en pleno lo recibió de pie y con aplausos, premiando y reconociendo la hidalguía y entrega de este gran hombre. A pocos días del año nuevo un accidente automovilístico cobró la vida de su madre, y llevó a su hermanita y a su padre a una clínica donde todavía se recuperan. No obstante, Orber hizo de tripas corazón, sacó pecho y con un admirable coraje, a menos de dos semanas del lamentable suceso, se montó en la lomita a fajarse como el buen pitcher que siempre ha sido.

Su cero fue el más ligado por los caraquistas en mucho tiempo; todos queríamos que a Orber le salieran bien las cosas, como en efecto le salieron. El ponche con el que cerró el ining fue celebrado casi como el de una final que se está ganando por una en el 9no ining. Cuando lo sacó, él miro al cielo, hizo un gesto hacia arriba, y aclamado se fue a la cueva.

El guarapo se nos aguó a muchos en ese momento. Y es que al “Parroquia” Moreno lo sentimos y queremos casi como a un pana de siempre. Vayan para él estas palabras de reconocimiento por su valor; de gratitud por su entrega; y de admiración por su nobleza e hidalguía. Como dijo alguien en twitter: Orber, eres grande.

 

LA JUGADA

Todavía en el 9no ining hubo chance de remontar el juego. Melian recibió un pelotazo y Petit dio un sencillo por el left. Con 1ra y 2da llenas, sin outs, se paró en el plato Marwin “Maravilla” González y duró lo que un suspiro en chinchorro: al primer pitheo le tiró y lo que salió fue un mortal rolling para dobleplay con el que prácticamente murió la esperanza caraquista. No se puede decir que allí murió el juego porque en realidad este agonizó lentamente con la improductividad ofensiva de la que hizo gala el Caracas entre el segundo y el séptimo ining, durante los cuales ni una mísera carrera se produjo para descontar. En todo caso la discusión ha de ser acerca de si se debía o no dejar batear en semejante turno y con semejante presión a Marwin González, que Maravilla y todo sigue siendo un novato.  ¿Por qué no se trajo a un emergente por él?  

LA ÑAPA

Al igual que contra el Magallanes, Carlos Maldonado volvió a entrar como bateador emergente por Raúl Padrón en un turno clave -7mo ining, Castillo en 1ra, 2 outs-. Esta vez “El Tanque” no bateó ni fabricó carrera alguna, porque un pelotazo lo llevó directo a la 1ra.

Raúl Coelho debutó anoche con el Caracas y después de haber sacado 2 outs fue sorprendido con un jonrón de Tom Evans por el center. “Bienvenido a Venezuela, Sr Coelho” dijo en tono irónico Reyes Medina durante la narración del cuadrangular. Fue la segunda carrera por jonron que permite el bullpen. 

Luis Maza y Hernan Iribarren fueron sentados ayer por el mánager Hudgens.

Dice @CarlosValmore: “El Caracas-Magallanes del lunes fue el último de Pablo Sandoval en esta temporada. Los Gigantes lo mandaron a parar inmediatamente.”. Baja sensible para los turcos.

José Castillo estuvo bateando ayer con unos guantines blancos, a ver si así llama a la suerte.

Guillermo Moscoso comenzó con serios problemas el juego -3 carreras le anotaron en el 1er ining-, pero poco a poco fue enderezando el brazo, para terminar lanzando 6 inings completos en los que le conectaron 5 imparables, permitió 4 carreras -3 de ellas limpias-, otorgó 1 boleto y ponchó a 3.

Ramos se fue de 3-0 con 2 ponches. 

martes, 5 de enero de 2010 | | 0 comentarios

Santo pitcheo que nos salvas del slump

(Armando Galarraga, quien terminó teniendo una dulce despedida)

LEONES 5-MAGALLANES 4

De no haber sido por la excelencia demostrada por los brazos caraquistas, el equipo la estaría contando de vainita. El camino a la punta que hoy ocupamos se ha construido a base de buen pitcheo, buen pitcheo y buen pitcheo. Porque ofensivamente, aunque algunos optimistas no quieran verlo, el equipo se ha visto mal: estamos pasando por un slump ofensivo que nos la ha puesto bien complicada a la hora de fabricar carreras, cosa que hemos hecho, en parte, a punta de aprovechar los errores contrarios, y, también, aprovechando los destellos ofensivos de algunos peloteros.

Y ayer no fue la exepción. El pitcheo se vio sólido y logró amarrar a los bates magallanero. Armando Galarraga terminó teniendo una buena apertura de casi 7 inings -6.2-, la cual no fue todo lo perfecta que pudo haber sido porque en el 4to capítulo un mal tiro de él a 1ra permitió que Elvis Andrus anotara desde la 2da base y Ronny Cedeño llegara hasta la 3ra; y luego, un error de Maza -tiró mal a 1ra y permitió que Hidalgo llegara safe a 2da- y otro del árbitro -cantó como fear una pelota que cayó en fault- llevaron a que entraran otras 2 carreras sucias para poner el juego 2 a 4.

En esos momentos el gigante Galarraga se ganó buena parte de los reproches de la afición, pero el derecho resarciría su error en los siguientes 3.2 inings haciendo lo único que podía -y sabía hacer-: sacar ceros. Sin embargo, no contaría con el apoyo de la ofensiva, la cual, sumida en el slump ya mencionado, se mostró incapaz de si quiera ir descontando.

Mejor suerte tendría Gárate, que se vio soberbio en su actuación -3 ponches, ningún boleto, ningún hit y ninguna carrera en 1.1 inings- y tuvo el apoyo ofensivo suficiente como para llevarse el ganado, ya que en el 8vo ining, contrario a lo que muchos esperábamos -que la victoria del Caracas se sellara con un jonrón-, el equipo fue capaz de fabricar un rally de 3 carreras.

Éste lo comenzó, con 1 out en la pizarra, “La Pesadilla” Kroeger con una línea por 1ra. Después Ramos conectó un buen batazo que dio en la grama, rebotó, le pasó por encima a Hidalgo y terminó estrellándose contra la pared en lo que sería un sensacional triple con el que Kroeger anotó. Con la del empate en 3ra, José Castillo, que se había visto terriblemente mal, tomó turno y para sorpresa y dicha de todos los caraquistas empató el juego con un hit. Hubo par de cambios: Hamman por Mujica, y Maldonado por Padrón. El Tanque dio un sencillo y llegó a 1ra. Vino otro cambio de pitcher y Guzmán al bate. Muy a pesar de él –en 3-1 abanicó un pitcheo feísimo contra la tierra- Chucho consiguió un pasaporte a la 1ra. Autopista trancada y Melian en el plato. Oportunidad de oro para que Jackson conectara su 6to grandslam y rompiera el record de la liga, pero la suerte, siempre caprichosa, quiso que un wild pitch de Cova llevara a Castillo desocupar la esquina caliente y anotar la de irnos arriba.

El cerrojo lo puso Juan Carlos Gutierrez, pero no sin sobresaltos ya que con 2 outs y bases limpias Andrus, a lo Maldonado, conectó un tremendo batazo que iba de jonrón y a última hora abrió en fault, para fortuna nuestra. Finalmente terminaría abanicando una curva para ponerle fin a un juego que, como se puede ver después de este repaso, se ganó gracias al dominio de los brazos caraquistas, que mantuvieron a raya a la ofensiva magallanera y la redujeron a su mínima expresión, esa que pudo ser remontada con mucho esfuerzo por los bates caraquistas, ya que, como tituló en sus páginas internas Líder: “Un wild pitch [y no un batazo] fue la diferencia”.

EL PÉSIMO ARBITRAJE

Ayer el arbitraje volvió a dar un nefasto espectáculo cuando en el 3er ining una pelota que cayó en fault fue cantada como buena y terminó siendo un doble. En las tomas de televisión se vio claramente que la bola picó fuera y hasta el propio Carlos Feo, narrador del Magallanes, lo dijo. En la repetición se pudo apreciar que el árbitro estaba de espaldas cuando decretó la jugada; pero a pesar del reclamo airado de Hudgens -que generó su expulsión- no hubo nada que hacer y producto derivado del error: al Magallanes le entraron 2.

LA ESTRATEGIA

Después del hit con el que Castillo impulsó a Ramos para empatar el juego, el mánager Carlos García decidió traer al zurdo Corey Hamman para que enfrentara al también siniestro Raúl Padrón. Sin embargo, Carlos Lescano, quien ejercía de mánager ante la expulsión de Hudgens, movió sus piezas y trajo de emergente a Carlos "El Tanque" Maldonado, derecho. La movida táctica salió bien para el Caracas cuando Maldonado respondió con un sencillo por la izquierda.

LA ÑAPA

*Jackson Melian definitivamente se ha ganado un puesto en el line-up a punta de batazos. Anoche se fue de 3-3, la sacó del parque y puso su average en .500, ¿lo seguirá sentando Mr Hudgens?

*Jesús Guzmán fue bajado hasta el séptimo puesto del line-up, buscando bajarle la presión. Sin embargo anoche no se le vio bien. Estuvo ansioso, haciéndole swing a pitcheos malísimos y hasta agachándose para “batear” piconazos. Su average está en .125, el más bajo de todo el equipo.

*Gregorio Petit es otro pelotero que no se ha visto bien al bate. Y cuando ayer por fin logró batear una línea, fue capturada de aire por Ronny Cedeño.

*Dice @joseelmostro:La efectividad colectiva del Caracas es de 2.40. Los otro cuatro equipos la tienen sobre 4.00. Ya saben quién es el líder...”.

*Fernando Nieve parece ser el tipo de lanzadores a los que hay que madrugar para poder anotarle, ya que a medida que pasan los inings se vuelve intraficable.

EL TITULAR

CARACAS LOS BAJÓ DE ESA NUBE”. Líder en su portada.

LA NARRACIÓN

Las carreras anotadas por el Caracas en las voces de Reyes Medina y Fernando Arreaza. Decidí incluir en ella el casi jonrón de Andrus, porque la verdad la forma de narrarlo y los comentarios de Fernando Arreaza fueron de antología. Desde cambiar el típico “No importa” de los faults por un “Sí importa”, hasta un sentido “¡qué bien se siente!”, pasando por el usual “¡qué incómodo!”. En su voz se vieron reflejados los sentimientos de angustia y alivio de los millones de caraquistas que escuchamos su transmisión.