jueves, 21 de enero de 2010 | |

Una final Caracas-Magallanes


Cuando la primera final Caracas-Magallanes tenía como mucho cinco años, y cuando la segunda no llegaba ni a la década. De ellas no guardo recuerdo ni noción alguna…gracias a Dios. Viendo sus repeticiones en televisión escucho nombres que me suenan conocidos y me evocan a un tiempo de recuerdos confusos y memoria nublada. Lo cierto es que la suerte, el destino y el azar –que no los medios de comunicación, como dicen los fanáticos de Tiburones- han querido que la final de la 2009-2010 sea entre los eternos y sempiternos rivales de la pelota. Evento especialísimo donde los haya, al menos en el béisbol venezolano.

Mentiría si cayera en el lugar común de decir que esta ha sido para mí la final más esperada, aquella que los sueños prometieron a sus ansias, porque no es verdad. Nunca soñé con ella, ya que el escenario más perfecto y disfrutable era para mí ver quedar eliminado al Magallanes en la ronda regular o en el round-robin, mientras el Caracas pasaba, ganaba, clasificaba y se titulaba. Puede que también, al no haber vivido las otras, el deseo de vendetta finalista contra el Magallanes no estuviera tan arraigado. Pero independientemente de todo, esta final se presenta como algo histórico, único y diferente.

El ambiente en la capital es otro. En Meridiano Televisión han repetido las dos finales aquellas. Por la calle sólo se escucha Caracas-Magallanes. La prensa deportiva se agota temprano y publica páginas y páginas de análisis. En todos los programas de la radio es referencia obligada la final. Casi todo el mundo tiene una gorra, una franela o una prenda que los identifica con alguno de los equipos. Hay electricidad en el ambiente. Y también altas expectativas. Y mucha tensión.

Quizás por todo lo que implica, confieso que esta final me tiene un poco tenso. Si las derrotas contra el Magallanes duelen, que éstas sean en una final sería difícil de superar. Pero por otra parte, si las victorias contra el Magallanes se gozan, que sean en una final…ufff. ¿Qué pasará? Yo espero que gane el Caracas, a ellos voy, a ellos les ligo, y a ellos apuesto todo.  

En fin, señores, la mesa está servida y yo listo para escribir en la libreta, sin perder detalle alguno, las que pueden ser unas gloriosas páginas en la historia de nuestro equipo. Vaya honor el que me ha dado la vida al inaugurar este blog justo en esta temporada. Espero estar a la altura del reto. ¡Qué el Caragas gane!...y nos leemos por aquí.

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