sábado, 19 de diciembre de 2009 | |

Lo del Caracas en el 9no no es cuento: ¡Si no la gana, la empata!


Así como hemos comentado anteriormente lo del “curioso caso del 3er out que se pierde contra el Magallanes”, del mismo modo, y con mucho más agrado, nos sale comentar ahora el del temible 9no ining del Caracas, con el que, además, nos podremos al día con los juegos que por la dinámica de las obligaciones decembrinas no hemos podido comentar.

La situación es como sigue: Llega el 9no, no estamos ganando, y de repente, ay, y de repente…pasa de todo. Porque, eso sí, hasta para remontar somos originales y no repetimos fórmula: jonrón solitario, jonrón a bases llenas, fly de sacrificio, wild pitch, vale todo. Nos hemos convertido en el terror de los cerradores, quienes se montan en la lomita con la incertidumbre de si podrán o no cumplir su labor. Y acá tampoco hay nombres que valgan: desde Francisco Rodríguez, con todo y su record de salvados en las mayores, hasta Lester Oliveros. Ninguno se salva.

La epopeya en prosa del resto de esos épicos capítulos que comenzaron con un grand slam de Melian ante el Kid Rodríguez es la siguiente:

Caracas-Zulia: Heath “el bigote que lanza” Totten, tal y como lo llamó en la transmisión del juego el siempre ingenioso Reyes Medina, estaba lanzando un juegazo. Llevaba 8 inings completos y sólo había permitido 4 hits y 2 carreras limpias. Era la estrella del juego. Y por eso Eduardo Pérez lo sacó en el 9no ining, pa´que completara la hazaña, digo, el juego. Pero no pudo: Marwin Maravilla González –¡otro invento de Reyes!- lo recibió con un tremendo doble que pegó de la pared y hasta sonó. La de irse arriba llegó a 2da sin out. En el plato se paró Ivan Ochoa y entre que se cuadraba y descuadraba para el toque, le terminó por salir uno cerca de Totten, que cogió la bola y tiró desviado a 1ra. Todos quietos. Las esquinas llenas. Totten “cariacontecido”. Cambio de pitcher. Marco Carvajal en la lomita. Guzmán al bate. El cuadro jugando adentro para buscar el out en la goma. Primer pitcheo, strike. Segundo pitcheo, strike también. Tercero, bola alta. Cuarto, fly. Pero largo. Lo capturaron. Marwin pisó, corrió y se barrió. Llegó quieto. Y el Caracas dejó en el terreno, en la que era la tarde del bigote, a las Águilas del Zulia.

Caracas-Caribes: Parte baja del 9no, empate a 3. Pedro Rodríguez se monta en la lomita por Caribes de Anzoátegui y Cristian Giménez espera en el home sus envíos. Duelo de novatos en el que sale vencedor el pitcher de la tribu cuando el nobel catcher del Caracas levanta un fly en foult. 1 out. En el plato el derecho Rusty Ryal, para un desafío de diestros. Vuelve a ganar Rodríguez cuando con 2 strikes el importado abanica un pitcheo bajo e inesperado. 2 outs. Josh Kroeger, bautizado por Reyes Medina en la 2008-2009 como “La Pesadilla de los pitchers”, se para a defender el honor caraquista. Derecho contra zurdo. El cerrador de Caribes se prepara en la lomita para el primer pitcheo, inicia sus movimientos, yyyy…la pelota dijo adiós: Kroeger la sacó por el right field y puso el juego 4-3, score con el cual, gracias a la labor de Juan Carlos Gutierrez  -sacó la alta del 9no por la vía del 1,2,3-, finalizaría el juego de pelota.

Caracas-Caribes II: Decir que había tención era mentir. Se trataba de un juego más en el que no nos estábamos jugando la clasificación, ni el honor ante alguno de nuestros rivales. Claro que perder contra Caribes, el peor de todos los equipos, no era algo que nos agradara mucho. Molestaba, pero no dolía. En el 9no, el juego estaba 6 a 3 a favor de ellos, y se presentaba nuestra última oportunidad, que, de más está decirlo, no desaprovechamos. El de Lester Oliveros era el brazo en el que Anzoátegui depositaba todas sus esperanzas de poner un cero en la casilla 9 del box score. Y en los bates de Marwin González, Iván Ochoa y Jesús Guzmán, en los que se depositaban las nuestras de que así no fuera. Siempre oportuno, Marwin González abrió el ining con un hit. Luego, vendetta con saña contra el equipo que lo cambió, el ex caribeño Iván Ochoa dio un sencillo por el left para llenar 1ra y 2da. Pacientes, imponentes y dominantes, Guzmán y Melian obtuvieron seguidamente un par de boletos con el que se llenaron las bases y entró una carrera. Con la autopista trancada y sin outs, César Giménez conectó un sencillo por el center para que entrara la de ponerse a una. Trajeron, entonces, a Alex Herrera, el último pitcher en la rotación de Caribes, para que detuviera la hemorragia de carreras. Pero cual anticoagulante lo que hizo fue aumentarla: con un wild pitch empató el juego. Luego sacó la casta y obligó a Gammel y a Maldonado a dar par de elevados cortos –al short y a la tercera, respectivamente- y ponchó a Kroeger; pero el Caracas lo había hecho de nuevo: remontar en el 9no para seguir con vida. Posteriormente, en el 12vo, masacrarían a Herrera con 5 carreras para ganar el juego 11-6.

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