El único consuelo posible para los Caribes de Anzoátegui es pensar que quien los mató no fue un equipo cualquiera, sino el mejor de la liga; y que el hecho no sucedió en un juego cualquiera, sino en uno con visos casi históricos en el que los melenudos fabricaron, por segunda vez en la década, esa jugada tan perfecta como extraña que recibe el nombre de tripleplay.
Ésta llegó en la parte baja del séptimo ining, como caída del cielo para Orber Moreno. Cuando al relevista caraquista lo estaban sonando de lo lindo –le habían conectado 4 hits seguidos y anotado 2 carreras- y tenía las esquinas llenas –Fuenmayor en 3º y Amarista en 1º-, José Coronado, en cuenta de 1-0, dio el batazo impreciso en el momento inoportuno y la pelota fue fácilmente manejada por Orber. Rápidamente se la lanzó al short para hacer force out en 2º a Amarista, de allí a 1º para retirar a Coronado, y finalmente a home para sacar en la goma a Fuenmayor, quien, inexplicablemente, había salido. De ese modo, 1-6-6-3-3-2, Orber Moreno, Cristian Lara, Jesús Guzmán y José Lobatón completaron la joya defensiva.
Pero más allá del tripleplay, también hubo jonrones...y muchos. Como el número de esquinas del Pentágono, cinco fueron los vuelacercas producidos por la poderosa ofensiva caraquista con los bates de Rusty Ryal, Jesús “El Chucho” Guzmán, Merwin González y Cristian Lara, -los primeros para ambos en la LVBP-, y Josh “La pesadilla” Kroeger. Buenas noticias para el equipo: Los suplentes batearon, los que no estaban bateando batearon, y los de siempre batearon. ¿Se podía pedir más?
Pues sí, sí se podía pedir más, se podía pedir pitcheo y anoche no se había terminado de pedirlo cuando ya estaba en la lomita respondiendo. No con un blanqueo, es cierto, pero sí con una buena apertura de Gustavo Chacín, quien en 5 inings sólo toleró 4 hits, ponchó a 5, dio 1 boletó y permitió 1 carrera; un relevo intraficable de Guillermo Moscoso –3 ponches sin boletos y 1 hit en 1 ining de labor-; y un curioso pero buen debut de René Cortez como cerrojo, quien, luego de recibir un jonrón del primer bateador que enfrentó, ponchó a dos y obligó al tercero a dar un flycito.
Fue, sin duda, otra noche redonda para los Leones. No hicieron 12 carreras, pero la sacaron 5 veces del parque; no blanquearon a Caribes, pero les hicieron un tripleplay. Al final, como se ve, todo quedó en equipo, historia y victoria: la 29 de la temporada. No sin razón, al final de la transmisión Adolfo Prieto se despidió con un: “Fanáticos de los Leones del Caracas, hoy más que nunca, donde quiera que se encuentren, sean felices”. ¿Que si no?
LA ÑAPA
*Ruggiano bateó ayer su primer hit: un sencillo que él leyó como doble, por lo que fácilmente lo hicieron out en segunda. Mala manera, sí, pero al menos rompió aquél 9-0 que traía.
*El último tripleplay del Caracas había sido uno sin asistencia, hecho por Alex González en el 2001, en un doble juego contra Pastora.
*José Castillo trató de robarse el home en el 5º ining, pero lo hicieron out.
*El tripleplay lo completaron 2 titulares 2 suplentes.
*Mario Lissón recibió un pelotazo en la mano.
LAS NARRACIONES
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